De a poco va recuperando el nivel (Foto: Twitter oficial)
No está muerto quien
pelea, dice el dicho. Leicester City demostró hoy que todavía tiene
fuerzas, pese al bajón y a la ida de Claudio Ranieri, para afrontar
lo que queda de la Premier League. Esta historia, que no me canso de
contar, que no me canso de decir que es la historia, al estilo
Disney, mejor contada, aún tiene tema de charla. Porque el efecto
Ranieri no fue contraproducente, todo se dio como se esperaba: que el
estar hundidos en el bajón futbolístico sirviera para que la
dirigencia tomara la decisión de destituir al campeón y que ese
efecto provocase que los jugadores salgan a demostrar que aprendieron
de todo esto, que aún hay fuerzas para pelear y para mostrar que
ellos son los campeones vigentes.
Hoy no le tocó jugar
contra un colega de mitad de tabla ni mucho menos, todo enfrentar a
Jürgen Klopp, tocó enfrentar al Liverpool -al nuevo Liverpool- y
eso convenció. Eso hizo que el equipo volviese a mostrar solidez,
inteligencia y proactividad ante una semana para el olvido que hizo
despertar del sueño a la bella durmiente. Pero llama más la
atención la solidaridad, la mentalidad de equipo, de compañeros de
parte de los jugadores dentro de la cancha, volvieron a ser uno, ese
uno compacto que ganó la Premier League 2015/16. Volvieron a
festejar como si estuviesen peleando por algo -que lo están haciendo: por no no ingresar a la zona de descenso-, como si aún fuese el
italiano el que tomase las decisiones desde el banco y ejecutara los
cambios defensivos, adaptables al clásico 4-4-2 ante un rival
superior -en los papeles. Hoy emociona no solo ver nuevamente al
actual campeón, al del 2016, sino al equipo, al once en uno, y al
que grita los goles como si fuese el primero pese a ser un don nadie
otrora relegado en el Fletwood Town de la tercera división inglesa.
Recuperando el nivel
Jamie Vardy volvió a demostrar un nivel excepcional filtrandose entre la defensa y ejecutando con solidez su ambición delantera. Su experiencia contra los grandes lo siguen haciendo el David del torneo. Adelanta líneas y los obliga al retroceso rápido en una carrera de velocidad por romper la defensa y quebrar al arquero -su especialidad. El inglés de 29 años anotó su tercer gol en la semana -antes contra Sevilla- e ilusiona que pueda volver a estar a punto como la temporada anterior. Lleva 7 goles en esta Premier League pero uno solo en Champions League, por lo que necesitará afinar la puntería en el certamen internacional y llevar adelante a este equipo.
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